Desde la reforma hasta el estallido de la revolución francesa, cambios radicales afectaron la vida económica de Europa, que recibió como resultado tendencias opuestas a las imperantes en los tiempos del feudalismo. A partir del siglo XVI, los conceptos e instituciones que hasta entonces parecían inmutables llegaron a evolucionar vertiginosamente: la ciencia ganó cada vez más terreno sobre la religión, la idea del progreso se impuso a la creencia en el pecado original y el individualismo afectado progresivamente su máxima expresión.
En El liberalismo europeo. Haroid J. Laski estudia esos cambios, las nuevas relaciones sociales que surgieron a partir de ellos y el ascenso de la burguesía al poder; todos factores decisivos que impulsaron el surgimiento del liberalismo como la doctrina por excelencia de la civilización occidental. Sin embargo, al momento de publicar el libro (1936), el autor se dio cuenta de que el liberalismo, cuyo triunfo había llegado en el siglo xix, se encontraba en crisis. Por ello, destaca la necesidad de efectuar reajustes en el pensamiento y de crear normas de mayor justicia.
A pesar de los años transcurridos desde su publicación, la obra permanece vigente, ya que la humanidad continua en espera de ese "nuevo orden social basado en una relación nueva de hombre a hombre ", pensó por el autor.